«No tengas miedo, pues yo estoy contigo. No desmayes, pues yo soy tu Dios. Yo te daré fuerzas. Yo te sostengo con mi mano victoriosa”.

Isaías 41:10

Si queremos prevalecer, nuestra confianza debe poder superar el miedo. Usemos el temor para lo que fue creado, para que aprendamos a protegernos, no con pánico sino con prudencia.